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Cuando estoy solo en casa me encanta ponerme la ropa de mi madre y sus tacones de vertigo, ir a la nevera sacar alguna fruta y verdura y sentirme penetrada por algun macho. Todo empezo a finales de mayo, yo estava terminando el bachillerato y al salir de clase me llama mi madre y me dice que el fin de seman estara fuera por trabajo y que mi padrasto tiene guardia y no estara en casa por la noche. Yo estava en una nuve, todo un fin de semana para transformarme en Rebeca. Al llegar a casa me di una ducha y aproveche para depilarme el poco vello que tengo, luego fui a la habitacion de mi madre y abrir su armario para escoger la ropa mas apropiada. Me fuia la cocina abuscar un juguetito para pasar un buen rato y de repente veo que se abre la puerta. Se me queda mirando viene hacia mi y me pega un bofeton que me echa por los suelos.
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Ignoraba lo puta que era mi esposa. Relatos Marqueze Y que he disfrutado con ello. Pero permítanme que les cuente. Si bien he de admitir que con el tiempo me he acostumbrado e incluso ahora lo prefiero y disfruto mucho de ello, cuando la vi así por primera vez me sorprendió que hubiera sido capaz de hacer tal cosa, poco que al menos eso pensaba yo en aquella época solo hacen las prostitutas y las actrices porno. A partir de ahí la situación fue degenerando poco a poco. Mientras me preguntaba qué tal me había ausente el día se me echaba además, se frotaba sensualmente contra mí, me lamía el cuello y me besaba. Yo solía contestar evasivo, me la quitaba de encima alegando estar apagado tras la jornada laboral y me dirigía a la habitación para cambiarme de ropa.