EL CANTO POÉTICO
Sin embargo de mi soledad, no dejaba yo de venir a México con frecuencia a mis negocios. Ya es digno de la amistad de usted, porque no es un joven vicioso ni atolondrado, sino un hombre de juicio y de una conducta arreglada a las leyes del honor y de la religión. También en uno de los días que venía a México encontré al pobre Andresillo muy roto y despilfarrado; me habló con mucho respeto y estimación, me llevó casi a fuerza a su casa, me dio su buena mujer de almorzar, y el pobre no supo qué hacerse conmigo para manifestarme su gratitud. Yo me compadecí de su situación y le pregunté que por qué estaba tan de [capa] 2 caída, que si no valía nada su oficio, que si él jugaba o era muy disipadora su mujer. Solamente los domingos y fiestas de guardar rapo quince o veinte de a medio real, y en la semana no llegan a seis. El infeliz vio el cielo abierto con semejante propuesta, que admitió en el momento, y desde luego dispuso sus cosas de modo que en el mismo día se fue conmigo. Él era vulgar pero no tonto. Prueba evidente de que la buena y verdadera amistad no es tan rara como parece; pero ésta se halla entre los buenos, no entre los pícaros, aduladores y viciosos.
Actualidad en día, la violencia predomina en todas las acciones cotidianas. Cada tiempo son menos las personas que se interesan por incrementar su cultura y eso es muy preocupante. Tenemos que prepararnos, dar todo lo que tenemos y estudiar a conciencia hasta acabar nuestras metas. Los mixtecos tenemos poderosas razones para enorgullecernos de nuestra biografía y cultura ancestrales, tenemos también tradiciones llenas de valores humanos, que debemos preservar y defender. Ernesto G. A dichos poetas se les conoce con el nombre de trovadores.