KINES LIMA. KINESIOLOGAS PUTAS EN LIMA

Morena de atrevidas curvas Martes, 21 de Diciembre de Sostenga la base de su polla con una mano y acaricie la superior con la otra mano. La mano que la acaricia puede torcerse, levantarse, moverse hacia arriba y cara abajo o sujetarse rítmicamente en un puño. Entonces examinó todas y cada una de las secuencias de flirteo y descubrió que si la hembra nació con una cuchase de plata en la boca o con un anillo de hueso en la nariz, las mujeres de todo el planeta coquetean con exactamente las mismas señales y, con frecuencia, en la misma secuencia. Y de forma frecuente comienzan de exactamente la misma manera en que lo hacen las niñas pequeñas, con un dispositivo para llamar la atención, como hacer ruido, reírse o bien levantar los brazos.

Y no me refiero a un escozor o sufrimiento físico, sino mental. Es curioso cómo un simple complejo puede tirar por tierra nuestros mayores deseos de disfrute junto a otra andoba. Y es que, incluso antes del encuentro, estos complejos hacen de las suyas en nuestra cabeza, dando mil vueltas para ver cómo podemos enmascarar u ocultar aquello que consideramos deforme, demasiado grande o pequeño, o simplemente, alejado de la norma. O sea, raro. Tanto hombres como mujeres los sufrimos y les hacemos caso, que es lo peor. Por suerte, la erótica es libre y, aunque las modas se quieran apoderar de ella, los buenos amantes no juzgan, solo disfrutan. Y, a su vez, estos mismos hacen que siga disminuyendo. Nos hacen centrarnos en la carcasa cuando lo que nos genera felicidad, placer, plenitud y satisfacción sexual, no se encuentra en la simetría ni en los tamaños, sino en cómo nos sentimos.