MEJORES RESTAURANTES EN CHILLÁN REGIÓN DEL BIOBÍO

Muchas de estas chicas no aceptan que la pura realidad es que viven violencia en ciertas partes de su relación. Debemos dejar de normalizar estas cosas. Aguas porque a veces aunque tu pareja te ame mucho, la realidad es que: Viviendo en México, sabemos que la educación siempre se ha inclinado al machismo. Yo lo he vivido en mi familia, en el trabajo y hasta con amigos cercanos. Cuando deberíamos decirle a las cosas por su nombre. Dejar de perpetuar la educación que por años ha hecho que muchas de nosotras suframos violencia. Cómo las siguientes cosas Que dejes de hablarle al otro sexo Hablo por mi, porque yo fui una de esas mujeres que le hacía el feo a cualquier hombre que se me cruzaba enfrente. La verdad es que al terminar ese noviazgo de años, me quede tan indefensa como un ratón. Y todo porque le cedí mi poder personal a otra persona.

En esa especie de cartón viejo me dieron a conocer que debemos mudarnos. Traía una retahíla de acusaciones y delitos inventados en mi contra: robar las corolinas que adornan las farolas, caminar meando por las banquetas, embadurnar con carbones las bancas del jardín, apedrear gatos sin dueño, escupir en la mano pedinche de los limosneros ciegos… y, remarcado a tinta roja, entre signos de admiración y literatura grandes: Besar a la hija del tendero, dando santo y seña del lugar, la hora, el día, el mes y el año. En mi interior lo apodé El Topo para reírme de él y de las chuscas acusaciones. Sólo habíamos platicado; antaño fue la tercera ocasión que lo hacíamos y ni siquiera le había rozado un dedo.