Bella Beata

LOS AZOTES A MUJERES EN EL CINE DEL HOLLYWOOD CLÁSICO

0 Comments

Desde el momento en el que una de mis primeras parejas me preguntó si me apetecía que me diera «un cachete» descubrí que soy de esas personas que saben apreciarlo y degustarlo como si de un buen vino se tratara. Ahora llega el momento de azotar. Debe ser algo que cuente con el consentimiento de ambos y que se puede realizar de manera aislada en los preliminares o en plena postura sexual. Olvida las películas porno incestuosas que sacan el azote. Para mí, el buen azote es sorprendenteporque llega cuando no te lo esperas pero te lo pide el cuerpo y la otra persona sabe leerlo. Es energéticoporque tiene la fuerza necesaria para que lo sientas pero no como para que tengas que interrumpir la sesión para ponerte una tirita. Como diría Elettra Lamborghini, es certero ya que da en medio de la nalga con la precisión de un pincel de Picasso. El azote dado con puntería consigue estremecerte desde las nalgas hasta las pestañas.

Aplicaciones para - 224680

Entradas etiquetadas como ‘me gusta que me azoten’

Descubre la verdad a continuación …. A cada cual le apasiona un rol en el sexo, o varios. Ya sea con tu pareja o tus ligues. Encontrar a esa persona abstracto con la que disfrutar del amor sumiso es muy importante para dejar volar tus pasiones libremente. Quiero largar, desde luego que sí, si parece que te gusta la sumisión, lo cual es genial. Y, ya sabes, no sé si puedo poner un porcentaje en esto … pero a la mayoría de las mujeres heterosexuales les gusta ser sumisas. Algunas mujeres tienen este punto de vista, que creo que es respaldado por nuestra sociedad, que la sumisión es poco menor. Algo para ocultar y enterrar en tu mente fantasiosa.

Cuando se trata de gustos y apetencias sexuales, si un no dice lo que quiere se queda con las ganas. Hay mujeres que no se avergüenzan en la cama y piden alto y claro lo que quieren. Pero tras agitadas y sinceras tertulias con hombres, varios de ellos me confiesan que las mujeres con las que se acuestan, una vez metidas en faena, se convierten en personas pudorosasinseguras y temerosas cuando se les pide algo subido de tono. Muchas, cuentan ellos, no les dicen lo que quieren en la cama.

Leave a Reply

Your email address will not be published.*