¿QUIERES SER PROSTITUTA? YO TE ENSEÑO CÓMO

El negocio de la prostitución se ha disparado con la crisis económica. Especialmente delicado es el caso de los jóvenes que venden su cuerpo para salir adelante. Hay que tener una formación», dice. Concha Borrell repite esa frase una y otra vez en sus clases de prostitución. Sus alumnas son seis chicas que quieren ser prostitutas. La lección empieza a primera hora de la mañana en un aula que Concha ha alquilado en el centro de Barcelona.

Queda, eso sí, el recurso de presentarlas de forma indirecta, procurando con facultad que no lastimen tanto como si apareciesen de frente, insolentonas y descaradas, metiéndose por los ojos. Así la implícita desaprobación del novelista se disfraza de habilidad. La berlina de la señora, enganchada desde las cinco, esperaba allí. Cerca de las siete serían cuando salió de la casa un hombre. Atravesó la calle y en la acera de enfrente se detuvo, mirando hacia las ventanas del pieza de Asís. Ni rastro de andoba asomada en ellas. El hombre siguió su camino hacia Recoletos.