LA GRANDEZA DE UN REY

Esto es bastante trabajo. Mientras tengan acceso a una tierra para cultivar, a los trabajadores esforzados les va mucho mejor que a los perezosos. Pobre es el que trabaja con mano negligente, mas la mano de los diligentes enriquece. El que recoge en el verano es hijo sabio, el que duerme durante la siega es hijo que avergüenza. Prov He pasado junto al campo del perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento, y he aquí, estaba todo lleno de cardos, su superficie cubierta de ortigas, y su cerca de piedras, derribada. Cuando lo vi, reflexioné sobre ello; miré, y recibí instrucción. Prov En el Cercano Oriente antiguo, el trabajo duro traía prosperidad, pero incluso una semana de relajación durante la cosecha podía significar la falta de provisiones para el invierno.

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Pues buena obra ha hecho conmigo. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Pues al decantar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. Pero Ana hablaba en su corazón, sólo sus labios se movían y su berrido no se oía.

Dudando sobre quién debía sucederlo en el trono, envió a cada uno de ellos a gobernar un territorio durante cinco años, al término de los cuales deberían volver junto a su padre para mostrarle sus logros. Así marcharon los tres, cada uno a su lugar, alegres por poder profesar como reyes. Pero al llegar descubrieron decepcionados que tan sólo se trataba de pequeñas villas con un fajo de aldeanos, en las que tampoco siquiera había un castillo. Y juntando a los pocos habitantes de su villa, les enseñó las artes de la guerra para formar un pequeño ejército con el que conquistar las villas vecinas.