Bella Beata

LAS ALUCINACIONES DESPUÉS DEL SEXO Y OTROS EXTRAÑOS EFECTOS DEL COITO

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No sabemos si todas las mujeres pueden eyacular. Si bien es cierto que contamos con cierta información acerca de la respuesta sexual humana, la verdad es que no sabemos si todas las mujeres pueden eyacular. Algunas compañeras requieren de un espacio-tiempo para jugar sensorialmente, se relajan y pueden incluir la estimulación de la zona que dispara la eyaculación como parte del encuentro. Otras compañeras pueden y se permiten la estimulación de la zona con menos rollo. Muchas son las falsas ideas alrededor del placer femenino. Por supuesto el conocimiento del propio cuerpo y su propia respuesta erótica es importante; hay compañeras que experimentan las sensaciones de eyacular pero lo confunden con la sensación de aviso de orina, paran la caricia y por tanto inhiben que suceda. Por eso hablamos de una potencialidad, puede suceder o no. En algunos casos, ocurre a veces y en otros, las mujeres ni siquiera buscan experimentarlo.

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Un fenómeno poco explorado de la sexualidad femenina

Sin embargo, para muchas mujeres, los orgasmos — especialmente los que se obtienen a través de la penetración — pueden ser tan esquivos como el misterioso Punto G. Es relativamente anómalo que las mujeres tengan un clímax a través de la penetración únicamente. Sin embargo, si no has baqueteado un orgasmo vaginal, no significa que sea imposible. Algunos consideran que el punto G puede ser la clave para que las mujeres logren orgasmos durante la penetración. Pero algunos investigadores creen que los orgasmos vaginales tampoco siquiera existen, así que puede anatomía difícil distinguir los hechos de la ficción. La respuesta es complicada.

La sexóloga Marta Torres explica que el squirt puede ocurrir junto al clímax o también de manera independiente de este. La diferencia entre ambos eventos es importante y se encuentra en la procedencia y lugar de salida del líquido, su composición y la cantidad. Es un líquido que no huele ni mancha. Seguro que has sentido alguna vez ganas de evacuar mientras estabas practicando sexo. O has tenido que ir al servicio enseguida después de terminar una relación venéreo. Aunque todavía no haya evidencias científicas sobre si se puede aprender o no, es algo que se puede probar a entrenar.

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